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Mostrando entradas de abril, 2018

Carta abierta a Russell Westbrook: No importa, fracasa más, fracasa mejor

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Estimado Russ, Te lo confieso. Nunca me termino de acostumbrar a esta obsesión del entorno NBA por buscar enemigos sobre los que descargar sus antipatías y focalizar su odio. Quizás sea, simplemente, una manera de amenizar todo este gran espectáculo, generar protagonistas y antagonistas como si de la factoría Marvel se tratara, donde los buenos son muy buenos y los malos son muy malos. En ese enfoque mediático todavía falta por comprender el factor humano , y cómo esas críticas pueden terminar repercutiendo en personas que solo buscan con su trabajo, disciplina y talento, la gloria máxima del deporte de la canasta: Un anillo NBA. Otros estarían frontándose los ojos con los tiempos que nos ha tocado vivir, en los que se baten récords día sí y día también y la liga tiene un nivel estratosférico en comparación con otras etapas de la misma. Sin embargo, hay quien cultiva su disfrute en torno al odio. ¡ Qué lástima !. Ahora la han tomado contigo, aprovechándose de un error en ca

Nikola Mirotic: Historia de una redención

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A mediados de noviembre la supervivencia de Nikola Mirotic en la NBA era toda una incógnita. Un mes antes, su ex compañero de equipo, Bobby Portis, perdió los papeles y le agredió salvajemente, provocándole una fractura severa en la mandíbula y una conmoción cerebral que lo mantuvo dos meses alejados de las canchas. Convaleciente y psicológicamente afectado por el suceso, el entonces jugador de los Bulls tuvo que ver cómo comenzaba la liga en la lista de inactivos, cómo perdía la titularidad, cómo se mofaban de él en la red y cómo la franquicia se ponía de lado respecto a su agresor imponiéndole un castigo menor  -una multa y apenas ocho partidos de sanción -. La decisión no sólo dejaba a las claras la frialdad de los despachos NBA, donde mandan los cálculos salariales y el beneficio neto para las franquicias, sino que condenaba a Mirotic a volver a compartir cancha con quien le había privado de su mayor pasión: jugar al baloncesto.

Embiib y Simmons en el país de Nunca Jamás

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En la novela de J. M Barrie, Peter Pan, Neverland -el país de Nunca Jamás- es un mundo ficticio donde los niños no crecen y se dedican a jugar y pasarlo bien sin responsabilidad de ningún tipo. Algo así parece haber sucedido en Philadelphia, donde dos jóvenes de 24 y 21 años -Joel Embiid y Ben Simmons-  han transportado al equipo de baloncesto de la ciudad a una dimensión desconocida donde todo es diversión. Del contraste de enfrentar ese mundo idílico al real, el que comienza ahora con los playoff de la conferencia este, se determinará qué posibilidades tienen realmente estos 76ers de disputar el título de conferencia, y por qué no, el anillo de la NBA. Quizás en eso consista el verdadero proceso al que se enfrentan los de Pensilvania. Pero su historia esta temporada 2017-2018 ha sido, hasta ahora, de cuento. Embiid, el niño que no quiere crecer  Si alguien puede entenderse como el Peter Pan de esta historia es Joel Embiid. Un privilegiado pívot de siete pies adelantad

Utah Jazz a playoff. Claves de una remontada para el recuerdo

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22 de enero de 2018. Utah Jazz pierde en Atlanta contra uno de los peores equipos de la NBA y su balance se sitúa en 19 victorias por 28 derrotas, lo que casi anticipaba el final de la temporada para los de Quin Snyder. Cualquier aficionado a la NBA entiende que remontar un récord así en el salvaje oeste es una misión de envergadura. Posible, siempre y cuando se discutan algunas rachas históricas de la franquicia, algo que no parecía al alcance del equipo de Salt Lake City a principios de año. Ni Miami Heat, que hizo algo parecido la temporada pasada lo terminó logrando; se quedaron a un paso de la postemporada. La solidez defensiva, santo y seña del equipo de Utah se esfumó tras el primer cuarto de curso, máxime con un Rudy Gobert recién reaparecido de una lesión, muchas dudas acerca del estado de su rodilla y su regularidad aún por reafirmarse. Tras la marcha el pasado verano de Gordon Hayward, la temporada pintaba mal. Si bien al equipo no se le podía exigir un rend